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¿Conoces la banca islámica?, hoy te escribo sobre ella – PEDRO CAMPOY

La banca islámica, también denominada finanzas islámicas o finanzas que cumplen con la sharia, se refiere a las actividades financieras que se adhieren a la sharia (ley islámica). Los principios fundamentales de la banca islámica son el reparto de pérdidas y ganancias junto con la prohibición del cobro y pago de intereses por parte de prestamistas e inversores. Algo muy diferente a la banca tradicional que conocen la mayoría de los lectores.

Hay aproximadamente 520 bancos y 1700 fondos mutuos en todo el mundo que cumplen con los principios islámicos. Entre 2012 y 2020, los activos financieros islámicos crecieron de 1,7$ billones a 3,1 $ billones y se prevé que crezcan a casi $ 3,7 billones para 2024, según un informe de 2020 de la Corporación Islámica para el Desarrollo del Sector Privado (ICD). Este crecimiento se debe en gran medida al crecimiento de las economías de los países musulmanes, especialmente aquellos que se han beneficiado de los aumentos del precio del petróleo.

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El crecimiento anticipado en la industria financiera islámica global durante 2021-22, se ha debido a una mayor emisión de bonos y una recuperación económica continua en los mercados financieros. Los activos islámicos lograron expandirse más del 10% en 2020, a pesar de la pandemia de COVID-19. Un buen resultado en mi opinión.

 

La banca islámica se basa en los principios de la fe islámica en lo que respecta a las transacciones comerciales. Los principios de la banca islámica se derivan del Corán, el texto religioso central del islam. En la banca islámica, todas las transacciones deben cumplir con la sharia, el código legal del islam, basado en las enseñanzas del Corán. Las reglas que rigen las transacciones comerciales en la banca islámica se conocen como fiqh al-muamalat.

 

A los empleados de instituciones que se rigen por la banca islámica se les confía no desviarse de los principios fundamentales del Corán mientras realizan sus actividades comerciales. Cuando se necesita más información u orientación, los banqueros islámicos recurren a eruditos, religiosos o utilizan un razonamiento independiente basado en las prácticas habituales, esto es lo que se conoce fuera de la esfera musulmana como jurisprudencia.

 

Una de las principales diferencias entre los sistemas bancarios convencionales y la banca islámica es que la banca islámica prohíbe la usura y la especulación. La Shariah prohíbe estrictamente cualquier forma de especulación o juego, lo que se conoce como maisir. La sharia también prohíbe cobrar intereses sobre préstamos. Además, también está prohibida cualquier inversión que involucre artículos o sustancias prohibidas en el Corán, incluido el alcohol, los juegos de azar y la carne de cerdo entre otros, como bien se sabe. De esta manera, la banca islámica puede considerarse una forma culturalmente distinta de inversión ética. Y, pueden creerme, tiene su buen punto financiero.

 

Para ganar dinero sin la práctica típica de cobrar intereses, los bancos islámicos utilizan sistemas de participación accionaria. La participación en el capital social significa que, si un banco presta dinero a una empresa, la empresa devolverá el préstamo sin intereses, pero en cambio le da al banco una participación en sus ganancias. Si la empresa incumple o no obtiene ganancias, el banco tampoco se beneficia. En general, las instituciones bancarias islámicas tienden a ser más reacias al riesgo en sus prácticas de inversión, lo que las convierte en más conservadoras. Como resultado, normalmente evitan negocios que podrían estar asociados con burbujas económicas, donde la especulación podría aflorar.

 

Si embargo la banca tradicional juega en el otro lado de la pista, sin saber muy bien cómo manejar el negocio de la banca, sometiendo el riesgo, efectuando prácticas poco transparentes, ilegales y poco éticas, generando rescates, incentivando la creación de moneda, devaluación, creando figuras como ERE y ERTE que masacran a la población obrera, contribuyendo a la inflación y a un sin fin de más conceptos económicos no muy amigables. Aunque para ser justos, algunos bancos comerciales ofrecen servicios bancarios islámicos a través de secciones o departamentos dedicados.

 

Entiendo que la mayoría de los lectores ignoraba la existencia de la banca islámica pero lo cierto es que es una realidad muy antigua. La práctica de la banca islámica generalmente se remonta a los empresarios del Medio Oriente que comenzaron a realizar transacciones financieras con sus contrapartes europeas durante la era medieval. Al principio no era una banca con conceptos islámicos ya que utilizaron los mismos principios financieros que los europeos, sin embargo, con el tiempo, a medida que los sistemas comerciales se desarrollaron y los países europeos comenzaron a establecer sucursales locales de sus bancos en el Medio Oriente, algunos de estos bancos adoptaron las costumbres locales de la región donde se establecieron recientemente, principalmente sistemas financieros sin intereses que funcionaban con un método de distribución de pérdidas y ganancias. Al adoptar estas prácticas, estos bancos europeos también podrían satisfacer las necesidades de los empresarios locales que eran musulmanes.

 

A partir de los años 60, la banca islámica resurgió en el mundo moderno y, desde 1975, se han abierto muchos nuevos bancos sin intereses. Si bien la mayoría de estas instituciones se fundaron en países musulmanes, los bancos islámicos también se abrieron en Europa occidental a principios de la década de los 80. Además, los gobiernos de Irán, Sudán y, en menor medida, Pakistán han desarrollado sistemas bancarios nacionales sin intereses.

 

La Caja de Ahorros Mit-Ghamr, establecida en 1963 en Egipto, se conoce comúnmente como el primer ejemplo de banca islámica en el mundo moderno. Cuando Mit Ghamr prestó dinero a empresas, lo hizo con un modelo de participación en los beneficios. El proyecto Mit-Ghamr se cerró en 1967 debido a factores políticos, pero durante sus años de operaciones el banco actuó con mucha cautela, solo aprobó alrededor del 40% de sus solicitudes de préstamos comerciales. Sin embargo, en tiempos económicamente buenos, se decía que el índice de incumplimiento del banco era cero. Una buena práctica para un buen resultado.

 

En España la entidad que ofrece servicios financieros islámicos es la cooperativa Coophalal, que cuenta ya con un producto consolidado, un seguro de repatriación de cadáveres, y servicios de préstamos junto con los de ahorro, lo que evidencia el interés creciente hacia este sector que sigue la ley islámica. Por otro lado, podemos destacar la labor de difusión en finanzas islámicas y banca ética por el  Centro de Estudios e Investigación en Economía y Finanzas Islámicas (CEIEFI)

 

El barrio de San Antolín, Murcia, cuenta con la primera sucursal que abre en la región el primer grupo bancario y financiero del Magreb: Attijariwafa Bank, que tiene su sede central en Casablanca (Marruecos). La sucursal sólo trabaja con súbditos marroquíes y a diferencia de otros bancos las transacciones con el reino alauita son gratuitas para los clientes. Attijariwafa Bank, surgido tras la fusión de dos grandes bancos marroquíes Banco Comercial y Wafabank, tiene como accionista mayoritario al holding marroquí Groupe ONA, controlado por la familia real alauita. También contamos con Chaabi Bank, entidad de banca minorista integrada en el Groupe Banque Populaire du Maroc.

 

“Y lo que deis de más para que os revierta aumentado en la riqueza de la gente, no crecerá junto a Allah. Pero lo que deis con generosidad buscando la faz de Allah… A ésos se les multiplicará”. Corán

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